
- Ja, señorrita Buirdack-Freitag, perro explíqueme de qué va el experrimento.
- Pues mirre, voy a demostrrarr que el zumo de tomate sabe mucho mejor cuando te lo tomas en un avión que cuando lo haces en tierra firrme.
- ¿Zumo de tomate señorrita Buirdack-Freitag?
- Mirre mis pechos señorr decano, ¿le gustan mis pechos?
- ¡ Ja, ja !
- ¿Entonces puedo hacerr el experimento?
- Porr supuesto, la ciencia lo prrecisa, es algo totalmente innovadorr.
No es broma. La química alemana Andrea Buirdack-Freitag afirma que el zumo de tomate tiene un sabor más intenso cuando la presión atmosférica es más baja, dice que en los vuelos el sabor es más dulce y fresco, y que en tierra el sabor es algo así como enmohecido. De acuerdo con la científica esto explicaría por qué gente que normalmente no bebe zumo de tomate en circunstancias normales, cuando están a más de 20.000 pies y les entra el gusanillo se piden un buen zumo de tomate (la química no especifica en su estudio cuántos de estos pasajeros prefieren aliñar su cócktail con un chorrito de vodka, aunque fuentes cercanas al estudio nos comunican que el vodka en el aire sabe a chocolate).
En serio, es que de veras los científicos no tienen nada mejor que investigar que la acidez del zumo de tomate a altas presiones. Me reitero...¡¡No me gusta el zumo de tomate!! (Ni siquiera rumbo a Río de Janeiro).
Vía| Público
2 comentarios:
Tirar el dinero.
Sin duda una gran preocupación, la cuestión es, ¿qué método siguio para hacer el estudio?, me temo que alguno estadístico con encuesta incluida...
Lo dicho, tirar el dinero vamos.
Según el artículo de Público, algo parecido. Le daba a probar diferents productos a una serie de encuestados y de ahí tomó las anotaciones sobre el gusto que les producía el zumo de tomate a altas presiones. Totalmente de acuerdo contigo, un malgasto de dinero que podía invertirse en otras investigaciones más productivas.
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