19 jun 2010

Los incorruptos de Espartinas, hemos encontrado al niño...


Anda que el reportero que vino al pueblo investigó bastante, la cosa va tal que así:

El niño muere, se entierra en su nicho correspondiente, un tiempo despues muere la mujer y el niño pequeño, que iban a un nicho en tierra (que para hablar claro, se consideraba como de segunda...), la familia del primer niño (el del uniforme falangista), deja que el carpintero, entierre a la mujer y al bebe en ese mismo sitio donde se enterró el primer niño (ya habian pasado bastantes años).

Cuando el sepulturero abre la tumba años más tardes para trasladar los restos, se encuentra con el percal, dos ataudes en un mismo sitio (desconozco si fue el mismo sepulturero el que lo hizo así), lo que hace es avisar a la familia del niño del uniforme falangista, que le pide que traslade los restos a la tumba de sus padres que habían muerto en el transcuro del tiempo...

Concluyendo, el niño del uniforme falangista fue cambiado a la tumba de sus padres, se conserbaba bastante bien, le cambiaron la ropa y "lo hicieron desaparecer".

De hay que se hable de la penumbra y que las sombras no dejaron ver bien el cadaver al enterrador.

Lo que no dicen en Cuarto Milenio es que en aquella época, los niños que morian sin recibir el bautismo, iban a un nicho en tierra, pues no se consideraban cristianos (ya sabeis el limbo y demás que la iglesia a clausurado con el tiempo...).

Esta práctica de cambiar "clandestinamente" muertos de sitio, no era algo puntual, por lo menos en nuestro cementerio, era común, que los nichos de tierra, terminasen quedando vacios al cambiar bajo cuerda los cuerpos a sitios más "privilegiados".

Otra cosa es que todo el mundo se hicieran los tontos y los registros esten falseados, incompletos, desaparecidos o lo que sea, hablamos de Espartinas hace un monton de tiempo, un pueblo enano donde todos se conocen, que vamos a esperarnos...

En definitiva que el gran misterio de Espartinas, no es más que una de esas numerosas historias de pueblos pequeñitos, donde la gente sabe, pero no habla, no vaya ser que alguien piense o diga algo malo.

Y esta es la historia de los incorruptos de Espartinas.

4 comentarios:

Caminante Nocturno dijo...

Aclaro algunas cosas que comentas en tu artículo, ya que ayer estuve hablando del tema con mi abuela y lo que me dijo me hizo encajar algunas cosas de las que se dijeron en el reportaje de Cuarto Milenio.

A ver, al parecer las dos familias de las que se habla vivían juntas en la Cruz: la de las dos hermanas que aún siguen viviendo ahí -les llaman la familia de los Gordi, según mi abuela, yo personalmente no los conozco, aunque sí, la casa de la que mi abuela habla que es la que hace esquina con un garaje que da a la callejuela donde antes estaba el gimnasio y donde antes de eso estuvo el Día-; y la familia de la mujer que fallece, que era la esposa del carpintero de aquellos entonces el cual tenía una carpintería cerca del cementerio. Es por esto, porque las dos familias se conocían y vete tú a saber si el carpintero le había ofrecido a la familia del niño hacerles algún ataud o cualquier cosa, por lo que ofrecen al carpintero que entierre a su esposa en el nicho donde estaba su hermano. Lo que se pasó después da lugar a dos teorías:

- Una la que tú Frenkio muy bien indicas, la posibilidad de que los dos ataúdes estuvieran en el mismo nicho, algo bastante raro, para como dices la mentalidad de la época, que hubiera dos cuerpos juntos y ni siquiera de la misma familia a menos que hubiera más cosas de por medio o que fuera un equívoco del propio enterrador.

- La otra es que a la hora de meter a la mujer en el nicho del niño, el enterrador sacara al niño y lo metiera en el otro nicho de la familia. Al pasar los años, el enterrador cambió y entró al puesto el padre del Chori (es decir, el enterrador que enterró a la mujer y el que la sacó después, no eran la misma persona). Así, cuando murió un nuevo familiar (creo que fue el padre, según cree recordar mi abuela, aunque puede que fuera otro familiar) y la familia quiso ocupar el nicho se le dijo al enterrador que abriera el nicho para recolocar al niño con sus padres, sin saberse que el niño ya estaba en otro nicho. El enterrador abre el nicho en penumbra y descubre el cuerpo incorrupto de la mujer al principio cree que es el niño, pues es quién debería estar ahí y asustado y aosmbrado se va a avisar a la familia que cuando llegan descubren a la mujer. Después la gente, se queda callada porque efectivamente antiguamente también hacían falta órdenes judiciales para abrir los nichos. Así que nadie habla.

Esas son las dos posibilidades, mi abuela no conoció personalmente a la mujer fallecida aunque sí a su familia y al carpintero (su esposo) y recuerda el revuelo que se formó y cómo la gente iba casi en peregrinación para vera la mujer, ella sin embargo no fue a verla, porque según ella: "No me gustan esas cosas".

Una muestra más del misticismo, la superchería y las supersticiones arraigadas en los pueblos andaluces.

Anónimo dijo...

Vaya tela, vaya tela, aquí no hay ningún misterio. Soy familiar de los propietarios del tan llevado y traido nicho. Es más, el niño, que no tenía 13 años, sino 10 cuando murió, sería mi tío abuelo. Mi bisabuela compró ese nicho, no sabía que allí estaba enterrada esa mujer y cuando lo necesitó, se encontraron ese ataud con esa mujer y ese niño. El niño no está desaparecido, descansa en el panteón familiar. Y como dicen en la entrada del blog, se movían cuerpos de nicho a nicho, sin "control" de nada, estamos hablando de otra época, con el consentimiento de un familiar era suficiente. De misterio NINGUNO!

Unknown dijo...

Vaya, veo que hay gente del pueblo leyendo el blog... a favoritos ya!!!

Bueno, gracias por confirmar la info, si no calculo mal debes tener unos 20, 25 años... uhhh....igual nos conocemos y todo...

Anónimo dijo...

30, frenkio, tengo 30, pero igual... de vista...

Un saludo!

P.D ya tengo tu blog en favoritos